Las empresas potosinas centenarias se cuentan con los dedos, la chiclera Canel’s está cerca de lograr ese mérito, su historia de éxito que compartimos en esta edición inició con la sociedad de Juan Bordallo, Roberto García Larrañaga y Herculano Piñero que derivó en la creación de La Victoria en la primera mitad del siglo XX y con el paso de los años en el actual consorcio de los García Navarro que produce chicles y dulces para los mercados nacional y extranjero. 

Esta familia potosina se ha distinguido por su tenacidad y sentido social, el patrocinio a la educación, ciclismo, beisbol y automovilismo para promover su marca, ha diversificado su capital y se diferencia de otros miembros de las élites domésticas que han fincado su patrimonio en relaciones con el poder político y en prácticas abusivas en contra de grupos vulnerables y los derechos de la ciudad a un desarrollo armonioso. 

El patriarca de Canel’s, Roberto García Maldonado, recibió en 2009 el premio Eugenio Garza Sada y falleció en 2015, fue de los primeros egresados del Tecnológico de Monterrey, siempre discreto, solidario y juicioso, influyó en una parte del empresariado potosino y en la conducción de la Canacintra, su impronta está vigente.

El espíritu de modernidad de la sociedad potosina de fines del siglo XIX, se concretó con la construcción de la presa San José por la visión de la iniciativa privada y el talento de un ingeniero alemán, después de más de 100 años sigue en servicio y sin fallas estructurales, lo que contrasta con la presa El Realito que resultó un turbio negocio de unos vivales de cuello blanco.

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