Directora General
María Luisa Padrón Moncada
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LA CORRIENTE
Con el nombre de La Corriente nos apropiamos de una parte del pasado potosino, fue una zanja que mandó abrir el alcalde mayor Bernardo Iñiguez en 1688 para contener el agua que venía de la Sierra de San Miguelito e inundaba la incipiente ciudad. Desde los Charcos de Santa Ana (Estadio Plan de San Luis) y las ahora calles de Romero y Reforma hasta La Lagunita, hoy Jardín Escontría, La Corriente fue una obra hidráulica virreinal que contuvo, en lo posible, las aguas broncas de la Sierra hasta volverse agua turbia a cielo abierto en el Porfiriato, y fue cerrada durante el gobierno cedillista. Definía también los límites de la ciudad del siglo XIX con las villas y luego barrios de Tequisquiapan, Santiago, Tlaxcala, San Miguelito, San Sebastián, Montecillo y San Juan de Guadalupe.
